
Joaquín Vaquero Turcios pinta desde la atracción y el vértigo del tiempo. Pinta el misterio de lo inmanente que se representa, sin desvelarse, en la sustantiva expresividad de la materia, el color y las texturas como supremos valores plásticos. Asistimos en sus cuadros a una gozosa celebración cromática, negros y azules profundos, grises, violetas, naranjas, rojos brillantes, fluorescentes… una celebración propia de un pintor que cuando habla del color dice cosas como éstas: “siento pasión por el negro y por lo que está por debajo del negro, colores que son de una gran emoción” … o “necesito meter la mano en el pozo del azul”. Y junto al color, el poder evocador de la materia recorriendo la superficie para conjurar la erosión, la humedad, las grietas, la pátina, las piedras de las paredes antiguas, mediante goteos, lavados, incisiones, veladuras… mediante un sin fin de técnicas laboriosamente experimentales con un solo objetivo: recorre el espacio pictórico pintando como pinta el tiempo…¡