Julio – Agosto

El Misterio de la Pintura

Enrique González

El Misterio de la Pintura Enrique González

Mi obra es el resultado de una mezcla de influencias, recuerdos, pasión por la luz y la sombra, por la perfección, la excelencia, la pintura, y el arte en todas sus vertientes, dejando siempre que mi intuición dirija el rumbo de mi camino. Antes de comenzar un nuevo trabajo, aparecen en mi mente distintas imágenes, en principio incoherentes, pero que tras una labor de reflexión y observación van encontrando su lugar, hasta desvelarme el resultado final.

Después de casi cuatro décadas dedicado al oficio del arte, creo poseer un lenguaje propio y personal para expresarme. Cada uno de mis cuadros está ejecutado con la idea de encontrar respuesta a una pregunta que me acompaña durante toda mi vida: ¿porque hago lo que hago? Intento resolver esta cuestión meditando sobre el origen y el porqué de la belleza, la luz y lo oculto. Esta búsqueda incesante, es para mí el principal motor para continuar con una labor diaria y evolucionar sobre las diversas cuestiones que tengo solventadas y las que no. Reivindico la pintura como lenguaje actual del arte, frente a las cansadas rupturas como táctica comercial del simple espectáculo. Si lanzamos una mirada superficial sobre el arte actual, podría parecer que está todo hecho, y que no quedan caminos ni recorridos nuevos, pero una obra de arte no tiene que ser necesariamente algo nunca hecho con anterioridad, ni necesariamente algo eminentemente nuevo.

El arte no debe tratar de inventar nada, sino imitar la bella perfección de una naturaleza preexistente. Importa el contenido, su personal lenguaje, su belleza. No siempre es posible escribir un libro como el Quijote de Cervantes o el Ulises de Joyce, pero si se pueden escribir muy buenos libros, ricos en contenido, que nos muestren la fuerza del creador. Mi posición es defender la pintura y retomar lo mejor de ella, recuperar su dimensión poética y metafórica, su capacidad de ilusionarnos y enamorarnos, de vibrar de nuevo con la buena pintura. Quizá no sea sólo la recuperación de la pintura, quizá sea también buscar la dimensión transcendente de lo sublime. Defiendo la pintura, el cuadro como objeto, como un elemento que se aleja de la realidad actual, de un mundo hiperconectado. El cuadro como entidad física, no necesita una conexión a ningún tipo de red, es independiente y por lo tanto aporta, y creo que aportará en el futuro, una libertad de la que poco a poco nos estamos desprendiendo casi sin darnos cuenta. El control de las personas, y de todos los actos que realizamos en nuestra vida diaria está cada vez mas monitorizado, sin embargo el espacio de la pintura, su contemplación y disfrute se convertirá en un futuro muy cercano en un espacio de reflexión, independencia, y por lo tanto de libertad.

El Misterio de la Pintura Enrique González

Mi amor por el arte clásico es profundo, especialmente hacia los artistas españoles e italianos del Renacimiento. Hay quien dice que pinto cómo Tiziano, ¡quién pudiera!, no tengo ese dominio técnico, ni mucho menos, ni me interesa, precisamente al utilizar en mi trabajo imágenes creadas por alguno de los grandes artistas de la historia me dan la medida de donde estoy, y me ayudan a profundizar en la esencia misma de mi trabajo. Es importante para mí desvelar como están realizadas las obras clásicas, que utilizo para crear mis composiciones, de esta forma intento reaprender las distintas formas de hacer en el arte, y así saber como prescindir de elementos superficiales.

Con esta forma de construir mi obra intento ofrecer al espectador una imagen compacta, con fuerza y con un atractivo especial, que ofrezca al espectador una mezcla de símbolos o metáforas que por asociación de ideas, le lleven a formar sus propias conclusiones. Las imágenes que aparecen en mis cuadros son generalmente familiares y conocidas por el gran público, pero de repente, al observarlas, ofrecen una sensación de calma y a la vez de misterio, donde lo cotidiano convive con lo extraño, y lo real y lo ficticio crean un discurso entre sí. De la misma forma que las obras de Magritte, Gerhard Richter, Laurent Grasso o Robert Longo producen a quien se pone delante de ellas. Mi deseo es cuestionar nuestra humanidad a través de un juego de negaciones, mi obra está inspirada en la música, en la poesía, sin dejar atrás referentes como el cine o las artes escénicas. Considero ineludible y necesario mantener un halo de misterio en ellas, para mí es importante que la obra contenga siempre algún resquicio oculto al que no podamos nunca entrar, y no consigamos saber explicarlo con claridad. Por este motivo en ocasiones hay partes del cuadro que permanecen ocultas tras una armadura de madera dorada, en la que se encuentra una ranura de mayor o menor tamaño. Este misterio al que me refiero, ha permanecido presente a lo largo de la historia del arte, hay algo oculto detrás de las grandes obras de arte, que impulsa a miles de personas a que viajen para visitar cada día los museos mas importantes del mundo.

El Misterio de la Pintura Enrique González

Para mí la práctica cotidiana del oficio de la pintura, hora tras hora, día tras día, acaba transformándose en una meditación, casi en un acto religioso, donde el resto del mundo con su bullicio, queda alejado de esta, para mí, noble ceremonia que se celebra dentro de las cuatro paredes de mi estudio. La búsqueda del origen de lo humano, del misterio de la vida, son las directrices que me guían. Mi deseo es que mis cuadros coexistan con quién admira todos estos elementos sutiles, que se encuentran en la esfera de la belleza. Podría afirmar que la belleza es una necesidad para mí, un impulso hacia el encuentro de un estímulo dormido en lo más profundo de mi interior que conecta con elementos sutiles, que se incorporan de esta forma a un orden especial.

El Misterio de la Pintura Enrique González

Catálogo de la Exposición

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