Evidencias que dan por supuesto que Arizza no sólo refleja las tensiones de su territorio natal, colores y materiales de su tierra, Sicilia, sino que ejecuta un ejercicio cultural con su obra artística. Tierra que es el ombligo del mediterráneo, paseo de pueblos y civilizaciones, y si por ahora sólo incluyo ejemplos alemanes, no es sólo por mi proverbial interés por este país, del que en parte y de forma intermitente procedo, sino por la capacidad que siempre ha tenido esta isla en cautivar a la su población, y los paseos de ilustres personajes, ya mencionados, por un territorio común de cultura europea.
Creemos firmemente que exposiciones como ésta, presentadas en galerías tan específicas y con una trayectoria impecable como se está asentando en CortabitArte, contribuyen a recuperar un común territorio cultural europeo, a partir de una fuerte identidad artística, como es la obra de Rosario Arizza, que ahora tenemos el placer de presentar y ofrecer al público castellano.